Burocracia y regulación

Los legisladores del Estado poseen una fuente infinita de buenas intenciones. Con el poder de esta benevolencia y munificencia ilimitada, los políticos están regulando la vida de los ciudadanos mientras evisceran su existencia en el proceso.

La medida en que los requisitos para la concesión de licencias están diseñados para «proteger» la salud del público, y la medida para restringir la competencia, puede medirse a partir del hecho de que dar consejos médicos gratuitos sin una licencia rara vez es un delito legal. Sólo la venta de asesoramiento médico requiere una licencia.

Dado que las concesiones directas de monopolio o cuasimonopolio se considerarían normalmente como un perjuicio para el público, los gobiernos han descubierto una variedad de métodos para conceder tales privilegios de forma indirecta, así como una variedad de argumentos para justificar estas medidas.

Los defensores de la medicina socializada afirman que no se puede confiar en los mercados para la asistencia médica debido al «fracaso del mercado», pero los supuestos «fracasos» de los mercados de la salud no mejoran con la socialización del cuidado de la salud.

Los escolares aprenden que hay tres ramas del gobierno. En la práctica, existe una cuarta rama, la burocracia permanente que incluye legiones de agentes civiles y militares, oficiales y administradores comprometidos a proteger sus propios intereses.

Incluso si se cree firmemente que las leyes de propiedad intelectual son esenciales para la creatividad, es difícil justificar la expansión de la protección de la propiedad intelectual que ha tenido lugar en las últimas décadas.

Incluso The New York Times ahora admite que hay un estado profundo, y que cumple su propia agenda mientras ignora al gobierno civil electo.

El grupo cabildero en Canadá está exigiendo que los servicios de reparto de viviendas como Airbnb se enfrenten a una regulación gubernamental más estricta. Los activistas reclaman todo por «la comunidad». Pero las grandes empresas hoteleras son las únicas que pueden beneficiarse realmente.

Los consejos escolares son instituciones políticas a menudo más interesadas en la política social que en la educación.

A menudo se afirma que las leyes de propiedad intelectual son necesarias para promover la innovación científica y artística. El problema es que gran parte de la evidencia empírica sugiere lo contrario.