Los expertos esperan que, en lugar de una crisis, obtengamos una «desaceleración económica global». Dado el daño hecho por los bancos centrales, una desaceleración sostenida sería el mejor escenario.
Mientras que el banco central de los EE. UU. Adopta una postura «cautelosamente optimista» (como es habitual), los bancos centrales de los países en desarrollo se ven obligados a obtener dinero barato debido a la incertidumbre económica y al debilitamiento del dólar.
Los políticos del Reino Unido están ahora en guerra, ya que algunos presionan para hacer del Brexit un catalizador para las reformas a favor del mercado, como la reducción de impuestos. Otros, sin embargo, quieren duplicar lo peor que puede ofrecer la burocracia de la UE.