El 7 de noviembre marca el nacimiento en 1913 de Albert Camus, premio Nobel de Literatura en 1957 por un trabajo que «ilumina los problemas de la conciencia humana en nuestro tiempo». Aquellos tiempos fueron aquellos en los que el espectro de la tiranía cobró gran importancia durante la Segunda Guerra Mundial y sus secuelas, hasta su muerte accidental en 1960.
Si bien es más conocido como existencialista y absurdista, su conferencia Nobel destacó por qué sus ideas son valiosas para los devotos de la libertad. Camus dijo que el escritor «no puede ponerse hoy al servicio de quienes hacen la historia; está al servicio de quienes la padecen». Por su parte, las dos tareas que constituyen la grandeza del oficio del escritor son]el servicio de la verdad y el servicio de la libertad... arraigadas en dos compromisos, difíciles de mantener: la negativa a mentir sobre lo que se sabe y la resistencia a la opresión. Para conmemorar su cumpleaños este sábado, merece recordarse su defensa de la libertad contra la tiranía.
«En el siglo XX, el poder lleva la máscara de la tragedia».
«Las tiranías de hoy... ya no admiten el silencio ni la neutralidad. Hay que tomar una posición, ya sea a favor o en contra... yo estoy en contra».
«La verdadera pasión del siglo XX es la servidumbre».
«Por definición, un gobierno no tiene conciencia. A veces tiene una política, pero nada más».
«La tiranía totalitaria no se basa en las virtudes de los totalitarios. Se basa en los errores de los liberales».
«Los principios que los hombres se dan a sí mismos terminan por abrumar sus más nobles intenciones» .
«El bienestar de la gente... siempre ha sido la coartada de los tiranos ... dando a los sirvientes de la tiranía una buena conciencia».
«Las utopías políticas justificaron de antemano cualquier empresa».
«Todas las revoluciones modernas han terminado en un refuerzo del poder del Estado».
«El dominio absoluto de la ley no representa libertad».
«La única concepción de la libertad que puedo tener es la del prisionero o el individuo en medio del Estado. La única que conozco es la libertad de pensamiento y acción».
«Me gustaría poder amar a mi país y seguir amando la justicia».
«La libertad no es un regalo recibido del Estado o del líder, sino una posesión que se gana todos los días...»
«La libertad no es una recompensa ni una decoración que se celebra con champán... Es una carrera de fondo, bastante solitaria y muy agotadora».
«La libertad no es más que una oportunidad para mejorar, mientras que la esclavitud es una certeza de lo peor».
«La libertad me parece en última instancia, para las sociedades y para los individuos ... el bien supremo que gobierna a todos los demás».
«En lugar de matar y morir para producir el ser que no somos, tenemos que vivir y dejar vivir para crear lo que somos».
«El objetivo del arte, el objetivo de una vida sólo puede ser aumentar la suma de libertad y responsabilidad que se encuentra en cada hombre y en el mundo. No puede, bajo ninguna circunstancia, reducir o suprimir esa libertad...»
«El lema actual para todos nosotros sólo puede ser este: sin renunciar a nada en el plano de la justicia, no cedas nada en el plano de la libertad».
«Cada vez más, frente al mundo de los hombres, la única reacción es una de individualismo. El hombre único es un fin en sí mismo. Todo lo que uno intenta hacer por el bien común termina en fracaso».
Albert Camus escribió cuando «las barricadas de la libertad se han levantado una vez más. Una vez más la justicia debe comprarse con la sangre de los hombres». La importancia crucial de defender la libertad contra la tiranía estaba clara entonces. Pero, lamentablemente, muchos han olvidado ese reconocimiento fundamental, a pesar de la red de tiranías más suaves que cada vez más nos rodean. Eso mantiene las ideas de Camus, particularmente que la libertad es «el bien supremo que gobierna a todos los demás», valiosas y poderosas hoy, medio siglo después de que escribió.
