Descifrando a Mises: la banca de reserva fraccionaria y la escuela monetaria
Kristoffer Hansen, miembro de Mises, se une a Bob para discutir la controversia en torno a la perspectiva de Mises sobre la banca de reserva fraccionaria y la banca libre.
Kristoffer Hansen, miembro de Mises, se une a Bob para discutir la controversia en torno a la perspectiva de Mises sobre la banca de reserva fraccionaria y la banca libre.
There are numerous critics of the Austrian School of economics, but when their disparagements are closely examined, the so-called experts themselves are wrong. Austrians can do a better job of setting the record straight.
Hay numerosos críticos de la Escuela Austriaca de Economía, pero cuando se examinan de cerca sus descalificaciones, los propios supuestos expertos se equivocan. Los austriacos pueden hacer un mejor trabajo para aclarar las cosas.
Marx construyó su infame teoría laboral del valor sobre la premisa de que el propio trabajo era una mercancía. Sin embargo, como han señalado Mises y otros austriacos, Marx fracasó tanto en la comprensión de la complejidad del trabajo como en las teorías subjetivas del valor.
Se entiende que las teorías de Marx se apoyan enteramente en su Teoría del Trabajo del Valor. Si se desacredita esa teoría, también se desacredita el escenario que conduce al inevitable triunfo del comunismo. Ese hecho, sin embargo, no impide que los discípulos de Marx empleen otras falacias.
Los keynesianos son conocidos por utilizar una jerga oscura y confusa para explicar sus ideas falaces. La esperanza es que, cuanto más confuso sea el lenguaje, mayor será la erudición percibida. La buena economía puede y debe explicarse de forma clara y lógica.
De hecho, todos los grandes Estados del siglo XX han sido Estados asesinos, en mayor o menor medida.
Bob explica las aportaciones de Menger y Mises a la teoría monetaria. A continuación, aborda la crítica de David Graeber, quien sostiene que la historia de los economistas sobre el origen del dinero es falsa.
Lo que podemos llamar la «ilusión del gasto» es quizá el error más grave de la historia del pensamiento económico y ha estado profundamente arraigado en la economía desde principios del siglo XX.
Las leyes económicas representan el mundo real. No son ideologías ni objetos de culto. Estas leyes no son el producto de una lista de deseos ideológicos, sino que explican la producción y el intercambio.