Guerra y política exterior

Los EEUU intervienen continuamente en países latinoamericanos con el aparente propósito de asegurarse de que sean lo más peligrosos posible para la gente que vive allí.

Una vez más, el Congreso amenaza con prohibir TikTok por «preocupaciones de seguridad nacional». Pero mientras Washington continúe con sus innecesarias y provocadoras posturas en torno a las costas de China, los americanos nunca estarán seguros.

Una cosa que hay que decir a favor de la clase dirigente conservadora americana es que, al menos de boquilla, defienden la idea

Mark examina las crecientes posibilidades de guerra global y sus catastróficos resultados.

Muchos think tanks económicos sostienen que el gasto en defensa nacional beneficia a los americanos en general. Pero no es así. La idea de que el gasto militar «refuerza» la economía es otra fábula keynesiana.

Ryan, Tho y Connor O'Keeffe hablan de cómo el gobierno de EEUU ha castigado a Julian Assange por revelar los crímenes de guerra y la corrupción de América.

Ryan y Zach analizan cómo el Pentágono aboga ahora por una «estrategia industrial de defensa nacional».

Cuando los gobiernos entran en guerra, el sistema monetario de la nación suele descender al pozo de la inflación. La Guerra de 1812 no fue una excepción, y sus excesos monetarios desembocaron en el Pánico de 1819.

Mientras las autoridades fingen indignación por la muerte de Alexei Navalny y el encarcelamiento de Evan Gershkovich, el gobierno de EEUU intenta encarcelar a un periodista por publicar noticias realmente incriminatorias.

Mientras las autoridades políticas sudafricanas persiguen acusaciones de genocidio contra otros países, esos mismos dirigentes destruyen la economía y las infraestructuras básicas de la nación. Se trata de un Estado fallido.