Exponiendo nuestra economía burbuja impulsada por la Fed
La economía de EEUU se ha deteriorado hasta convertirse en poco más que una serie de burbujas de activos impulsadas por las políticas inflacionistas del banco central.
La economía de EEUU se ha deteriorado hasta convertirse en poco más que una serie de burbujas de activos impulsadas por las políticas inflacionistas del banco central.
Los animadores de la administración Biden, como Paul Krugman, afirman que la inflación está bajo control y que el desempleo está bajando. Las cifras cuentan una historia muy diferente.
La inflación en Turquía se acerca hoy oficialmente al 70 por ciento, pero la economía turca parece estar en auge. Sin embargo, los auges inflacionistas no pueden mantenerse.
Aunque la Casa Blanca afirma que la inflación está perdiendo fuerza, lo cierto es que, a menos que el gobierno cambie su imprudente rumbo monetario, la hiperinflación podría estar en nuestro futuro económico.
La banca de reserva fraccionaria permite a la Reserva Federal manipular la oferta monetaria, provocando auges y caídas. La banca central no es una defensa contra los ciclos económicos, sino una de sus principales causas.
El papel moneda transforma a los gobiernos de parásitos en depredadores. Una vez que un gobierno puede imprimir lo que quiera, ya no necesita impuestos.
Las famosas hiperinflaciones, como la que asoló Alemania en 1923, no empezaron como una avalancha. Por el contrario, comenzaron como pequeños brotes de inflación iniciados por gobiernos que imprimieron dinero para pagar el gasto deficitario.
A los gobiernos les gusta acusar a las firmas privadas de «avaricia» cuando los precios suben en periodos de inflación. Sin embargo, no dicen al público que los servicios públicos también sufren subidas de precios.
La crisis de la asequibilidad está sobre nosotros. Vivienda, comida, lo que sea, la vida es cara. El gobierno culpa a los negocios, pero quizá los funcionarios deberían mirarse en el espejo.
Olvídate de las apuestas deportivas de Las Vegas por especulación temeraria. Cuando los funcionarios de la Fed hacen pronósticos, los mercados dan por sentado que son exactas. Sin embargo, como admite el propio Jerome Powell, los pronósticos son, en el mejor de los casos, especulativos.