Quieren asustarte con mitos del «capitalismo sin trabas»
Las élites políticas y académicas han logrado convencer al público de que debe temer a la empresa privada. Sin embargo, la gente realmente debería temer a un gobierno fuera de control.
Las élites políticas y académicas han logrado convencer al público de que debe temer a la empresa privada. Sin embargo, la gente realmente debería temer a un gobierno fuera de control.
Al oponerse públicamente al Apartheid, William H. Hutt vio cómo la segregación legal privaba a los sudafricanos negros de perseguir objetivos económicos legítimos. Para Hutt, el apartheid privaba a las personas de la igualdad de oportunidades económicas, lo que las mantenía en la pobreza.
Ryan and Tho discuss the media campaign around Joseph Stiglitz's new book, The Road to Freedom.
Los progresistas afirman que los lucros son una transferencia injusta de riqueza de los pobres a los ricos. En realidad, los empresarios obtienen lucros dirigiendo recursos de usos menos valorados a usos más valorados para satisfacer las necesidades de los consumidores.
Los enemigos de la libertad individual son numerosos, desde los izquierdistas que consideran que la libertad interfiere con las «libertades positivas» que ofrece el Estado hasta los conservadores que creen que demasiada libertad destruye las relaciones comunitarias.
Los conservadores y los liberales clásicos utilitaristas apoyan la libertad contractual porque la consideran «útil» para la sociedad. Sin embargo, Murray Rothbard creía que la libertad contractual debía basarse en el derecho natural a la autoposesión.
Los derechos individuales se originaron en el pensamiento occidental. Hoy en día, es Occidente el que produce la clase dirigente que desdeña los derechos individuales y los sustituye por el colectivismo.
Aunque la esclavitud chattel existe en algunas partes del mundo, en su mayor parte ha sido abolida. Quizá deberíamos hacer lo mismo con el Estado.
Durante más de un siglo, la élite progresista ha impuesto medidas draconianas para frenar el crecimiento de la población, que, según decían, destruiría la Tierra. La población ha crecido, pero la Tierra parece ir bastante bien, gracias.
«Que se joda el público» es una frase del magnate del ferrocarril William Henry Vanderbilt que se ha tergiversado fuera de contexto. Aunque las clases dirigentes americanas insisten en que la empresa privada es el enemigo del pueblo en realidad es nuestro gobierno el que lleva esa distinción.