Javier Milei entiende el camino a la servidumbre
Javier Milei intenta deshacer el daño creado por casi un siglo de socialismo en Argentina. Mises, Rothbard y Hayek fueron buenos maestros.
Javier Milei intenta deshacer el daño creado por casi un siglo de socialismo en Argentina. Mises, Rothbard y Hayek fueron buenos maestros.
El informe sobre el empleo sólo es algo de lo que presumir si la definición que uno tiene de una economía fuerte en materia de empleo es aquella en la que menos personas tienen trabajo, los empleos a tiempo completo están desapareciendo y los empleos gubernamentales son un componente cada vez mayor del crecimiento global del empleo.
A instancias de un fiscal progresista, esta semana un jurado de Michigan amplió enormemente la ley penal para condenar a los padres de un tirador de escuela que ellos mismos no habían infringido la ley.
En un reciente comunicado, la Reserva Federal declaró que los bancos de EEUU son «sólidos y resistentes», pero muchos mercados, incluido el inmobiliario, dan fe de una situación muy diferente.
La elección de escuela parece tener ventajas, pero como dice Thomas Sowell: «No hay soluciones. Sólo hay contrapartidas». Los entusiastas defensores de la «elección de escuela» olvidan que el dinero del gobierno conlleva el control del gobierno.
En su nuevo libro, Paul C. Graham describe la Constitución de 1789 como un intento de golpe de Estado de los nacionalistas para consolidar el poder en el capitolio nacional. En la convención constitucional, Alexander Hamilton propuso un presidente permanente que nombraría a todos los gobernadores.
Aunque la escuela histórica alemana puede que no tenga la influencia intelectual que tuvo antaño, sus doctrinas causaron suficiente daño como para alterar la dirección de la historia mundial. Y no en el buen sentido.
Otra auditoría del Pentágono, otro fracaso masivo. Pero los problemas del Pentágono no son de simple contabilidad. Reflejan la realidad de un imperio canalla que no rinde cuentas y que trata de apuntalar el imperio de EEUU.
Habrá vida después de Trump de una manera u otra, pero a la larga, parece que siempre gana el partido gobernante.
El creciente apoyo de las masas al socialismo en los 1890 acabó bruscamente con el optimismo de los liberales laissez-faire. Muchos vieron que el siglo XX pondría fin a la gran civilización que había sido producto del liberalismo decimonónico.