El sistema monetario de los EEUU está desquiciado y fuera de control. Los autores muestran un camino para volver del borde de la inflación a la solidez monetaria.
Como señaló Newsweek la semana pasada, los expertos de la televisión rusa bromean diciendo que con la ganancia financiera que ha tenido Rusia desde que se impusieron las sanciones, «Biden es, por supuesto, nuestro agente».
Al solicitar el ingreso en la OTAN, Finlandia y Suecia parecen creer que tendrán más seguridad militar. Pero también están renunciando a su preciada independencia.
Con la escasez han llegado los habituales bromistas de medio pelo sobre las «malvadas corporaciones» y sobre cómo las empresas de fórmula para bebés no están supuestamente lo suficientemente reguladas. La verdadera culpa la tienen los estatistas de la beneficencia, los proteccionistas al estilo...
Francia está viendo cómo su nivel de riqueza en relación con los ingresos se eleva al nivel de Japón porque a la gente le resulta más difícil ahorrar y crear riqueza.
Las sanciones contra Rusia tienen el potencial de convertirse en algo mucho más grande. De hecho, muchos gobiernos están utilizando el conflicto actual como una oportunidad para seguir impulsando la «energía verde», el rearme y otros planes de gran gasto.
El régimen turco entiende que muchos turcos han huido de la devaluada lira comprando oro. Está trabajando en varios planes para que la gente entregue su oro.