Muchos gobiernos apoyan la continuación de la guerra en Ucrania, pero la gente común en Europa, América y el mundo en desarrollo teme que la guerra traiga consigo un desastre económico.
El reto al que nos enfrentamos va más allá de la simple oposición al Estado. Más bien, es necesario crear, reforzar y sostener instituciones que puedan ofrecer alternativas al Estado.
Supongamos que un adicto tuviera la capacidad de crear mágicamente, ex nihilo, su propia droga estimulante, como pueden hacer los bancos de reserva fraccionaria con el dinero y el crédito. ¿Esperarías moderación?
Los políticos prometen milagros económicos, pero al final despilfarran recursos y se dedican a la destrucción económica. Terranova es un caso de estudio.
El llamamiento del presidente Biden a un mayor proteccionismo no tiene como objetivo mejorar la economía de los EEUU. Se trata más bien de crear una autarquía en pie de guerra.
Los autores de los Federalist Papers afirmaban que era necesario un gobierno central fuerte porque las repúblicas son propensas a la «anarquía». Los ejemplos holandés y suizo demuestran que estaban equivocados.
¿Cómo ha conseguido Ron tener razón tantas veces? Es un brillante expositor de los principios básicos rothbardianos sobre el libre mercado y una política exterior no intervencionista.