La experiencia japonesa ofrece valiosas lecciones para EEUU y Europa. Una política monetaria flexible puede estabilizar una recesión a corto plazo, pero una persistente inundación de dinero barato paraliza las ganancias de productividad y el crecimiento.
Como dijo Ludwig von Mises, «quien quiera la paz entre las naciones debe buscar limitar el Estado y su influencia más estrictamente». Esto también se aplica a la paz dentro de las naciones.
Los bancos centrales ya estaban alimentando el crecimiento de burbujas artificiales y la malinversión en empresas tecnológicas. Entonces los confinamientos aceleraron la tendencia aún más.
El ganador no representa a «la nación». No hay consenso. No nos unimos «como pueblo». Estos cansados eslóganes deben parecer ahora una tontería para toda persona inteligente.
La lucha contra las doctrinas socialistas erróneas no es un interés especial de una sola clase sino la causa de todas; todos sufrirían bajo la limitación de la producción y del progreso que conlleva el socialismo.
Extrañamente, la gente desde Paul Krugman a Tyler Cowen parece pensar que los libertarios gobiernan el mundo y que todo lo que ha ido mal es culpa de los libertarios.