El hecho de que algunos estadounidenses apoyaran la esclavitud en el siglo XVIII no es nada notable. La mayor parte del mundo coincidía con ellos. Lo que es notable es que muchos de ellos buscaron abolir la esclavitud en la nueva república.
En una economía sin trabas, los precios de las acciones reflejarían la disponibilidad de ahorros para la inversión y el capital. Pero en una economía inflacionaria, el aumento de los precios de las acciones sugiere algo muy diferente.
En lugar de elegir entre un grupo de narcisistas desesperados por hacerse populares redistribuyendo los ingresos de otros, ¿por qué no elegir a los titulares de los cargos por sorteo durante un solo período?
Con el tiempo, una política monetaria laxa dañará el ahorro real hasta el punto de que la economía ya no podrá sostener un crecimiento económico suficiente. En ese punto, se hará evidente que la impresión de dinero no puede crear crecimiento económico.
Los defensores de los saqueos afirman que los saqueos no perjudican a nadie, salvo a las corporaciones malvadas. En realidad, el saqueo es un desastre para muchas familias, dueños de negocios y los propios vecindarios.
La sociedad igualitaria está comprometida con los valores culturales comunes que dan lugar a una rigurosa homogeneidad. Por lo tanto, un hombre que desprecia la ideología predominante no tiene derechos bajo la ley.
El supuesto ascenso de China al inminente dominio tecnológico mundial es muy exagerado. Y los esfuerzos de los EEUU para combatir a China sólo hará que las empresas estadounidenses sean menos competitivas.