En 2016, los conservadores del establishment hicieron todo lo posible para derrotar a Trump. Pero perdieron, y como resultado perdieron el control del movimiento conservador y el GOP.
Las sociedades descentralizadas que valoran las costumbres, instituciones y gobiernos locales son obstáculos para la expansión del poder del régimen. No es sorprendente que los gobiernos centrales hagan todo lo posible para destruir esto.
Las monedas digitales de los bancos centrales deben estar centralizadas y ser manipulables en cierta medida para poder utilizarlas en la aplicación de la política monetaria, que es el objetivo de los bancos centrales. Esta característica las convierte en una propuesta muy arriesgada.
Incluso cuando aparece una quiebra económica, puede que todavía haya suficientes ahorros reales en la economía para volver a ponerla rápidamente en marcha. Esto es lo que trae la recuperación económica, no un «estímulo» artificial.
Aunque muchos banqueros centrales han afirmado que los bancos centrales son fundamentales para introducir una economía más verde, una mirada más atenta sugiere lo contrario.
En 1923 Lenin publicó un panfleto de propaganda titulado «Abajo la cocina privada». Explicaba cómo las cenas privadas con la familia son reaccionarias, burguesas y, en general, algo que requiere una destrucción total.