El director de cine italiano Pietro Marcello nos trae una película que visiblemente mueve la aguja hacia el individualismo y contra el colectivismo en sus diversas manifestaciones.
Aunque en general era un ricardiano, John Stuart Mill pensaba que el principal obstáculo para el socialismo es que la gente podría no ser lo suficientemente civilizada para ponerlo en práctica.
El hecho de que los precios estén subiendo en una crisis pandémica no es una señal de éxito. Es una prueba del miserable fracaso de los bancos centrales, y perjudica a todos los consumidores que han visto caer sus ingresos en un 10 o 20%.
Al abolir la propiedad privada de los bienes de producción, el socialismo suprime el mercado de los mismos, e imposibilita la aparición de precios de mercado y el cálculo de los costes de producción.
La nueva medida del «derecho a reparar» en la votación en Massachusetts tiene muy poco que ver con los derechos, y mucho con los nuevos mandatos costosos y burocráticos de los fabricantes de automóviles.