La gobernanza progresista moderna afirma que tiene a la ciencia de su parte. El discurso de Hayek en la ceremonia del Nobel ha echado por tierra ese punto de vista.
Los economistas de la corriente dominante afirman que los datos por sí solos pueden explicar las acciones económicas. Los austriacos saben que sin teoría, los datos no explican nada.
Las relaciones de América con la Guerra Fría han creado las condiciones para que se produzcan guerras muy calientes. La actual guerra en Ucrania forma parte de ese lamentable legado de la Guerra Fría.
A principios de este mes, Hans-Hermann Hoppe apareció en la televisión alemana para hablar de «Estado, guerra, Europa, descentralización y neutralidad».
Es muy útil pensar en la Fed y el Tesoro como una sola cosa, una operación combinada de financiación del gobierno cuyos estados financieros deben ser consolidados.
Según Brown, la posición de Hayek contra la democracia de masas no debe ser discutida sino diagnosticada. Está mal porque la «democracia» es buena, obviamente.