Existe una tendencia negativa innegable en el empleo y los salarios europeos que es consecuencia directa de una intervención cada vez mayor en la economía.
Con demasiada frecuencia se nos dice que el empleo gubernamental equivale a autodesinterés y que trabajar con ánimo de lucro constituye codicia. Es hora de replantearse el significado de ciertas palabras.
La única razón por la que los bancos centrales compran oro es para proteger sus balances de sus propios programas de destrucción monetaria; no tienen más remedio que hacerlo.
La inflación a un ritmo anual del 5% no es positiva, y desde luego no es bajada de precios. La inflación es acumulativa, y esto significa que nos empobrecemos más deprisa.
Lo que al principio parecen regalos del Estado (dádivas para unos a costa de otros) desembocan en acontecimientos desafortunados que no pueden detenerse una vez iniciados.