Las políticas monetarias persistentemente laxas siempre tienen efectos negativos sobre el crecimiento y la distribución que perjudican la estabilidad política. En casos extremos, se producen guerras civiles y conflictos armados entre países.
Un banco central cuyas políticas dan cabida al gasto deficitario irresponsable del gobierno federal es una amenaza para la sociedad, ya que desencadena fuerzas incontrolables.
Hace unos meses, la deuda nacional americana superó los 28 billones de dólares. Esta cifra es, sin duda, con la que suelen trabajar los economistas, pero ¿capta esta cifra una perspectiva a largo plazo?
Gracias a tantas restricciones gubernamentales sobre el uso de posibles monedas que no sean el dólar, sólo podemos adivinar cuál sería la relación entre los dólares y el bitcoin en un mercado en funcionamiento. Pero no tiene por qué ser así.