Los expertos esperan que, en lugar de una crisis, obtengamos una «desaceleración económica global». Dado el daño hecho por los bancos centrales, una desaceleración sostenida sería el mejor escenario.
Los políticos estadounidenses solían «pensar en grande». Los estadounidenses hoy en día parecen haber perdido su entusiasmo por ese tipo de cosas. Y eso es algo bueno.
Es mejor que no necesitemos doce personas con palas para hacer lo mismo que una sola excavadora. Los robots no son fundamentalmente diferentes de un bulldozer.
En una ocasión, Keynes sugirió que «el Estado debería hacer que la gente cavara huecos y luego los rellenara». La Renta Básica Universal es lo mismo, solo que nos saltamos la excavación.
En una verdadera economía de mercado, el éxito financiero de una persona no puede ser la causa de la pobreza de otra persona. De hecho, es todo lo contrario.
Las personas no son autómatas económicos que necesariamente organizan a sus familias de la forma en que los anunciantes y los empleadores quieren que lo hagan.
Paul Krugman parece pensar que aquellos a quienes les gusta la libertad y los mercados libres son, de alguna manera, responsables del desastre actual provocado por una deuda gubernamental paralizante y un enorme presupuesto federal.
El neoliberalismo no es una ideología de libre mercado o libertaria. En realidad, es solo un retroceso al mercantilismo de antaño, en el que los monopolios patrocinados por el Estado empujan sus agendas a todos los demás.