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Cómo el FMI mantiene en la pobreza al África subsahariana

Mises Wire Daniel J. Mitchell

Hace un par de meses, pensaba que había hecho algo con sentido al compartir seis ejemplos distintos del Fondo Monetario Internacional presionando a naciones del África subsahariana para que impongan mayores cargas fiscales. Sugería que era una evidencia de que el FMI tenía un programa perturbador de más gobierno para toda la región.

No quería decir que los burócratas estuvieran motivados por el racismo. Después de todo, el FMI ha sugerido impuestos más altos en Estados Unidos, en China, en Latinoamérica, en Oriente Medio y en Europa. (Los que trabajan en el FMI no pagan impuestos sobre sus salarios, pero está claro que creen en la igualdad de oportunidades cuando piden impuestos más altos para todos los demás).

A pesar de todo, pensaba que era escandaloso que el FMI estuviera propugnando sistemáticamente impuestos en una región que necesita desesperadamente más inversión y emprendimiento. ¡Y mis seis ejemplos eran prueba de un programa para todo el continente!

Pero resulta que no estaba mostrando algún tipo de secreto siniestro. El FMI acaba de publicar un nuevo informe en el que los burócratas argumentan directamente que debería haber grandes aumentos en impuestos en todas las naciones al sur del Sahara.

La movilización de ingresos nacionales es uno de los desafíos políticos más acuciantes a los que se enfrentan los países del África subsahariana. (…) La región en su conjunto podría movilizar del 3% al 5% del PIB, de media, en ingresos adicionales. (…) La movilización de ingresos nacionales debería ser un componente clave de cualquier estrategia de consolidación fiscal. En ausencia de intentos adecuados de aumentar los ingresos nacionales, la consolidación fiscal tiende a confiar excesivamente en reducciones del gasto público.

Por cierto, advertid la expresión “movilización de ingresos nacionales”. Un encantador eufemismo para impuestos más altos.

También merece la pena señalar que el FMI reclama abiertamente más ingresos para que los gobiernos no tengan que imponer restricciones en el gasto.

Además, al FMI le parece bien que haya habido “aumentos sustanciales en movilización de ingresos” a lo largo de las últimas dos décadas.

A lo largo de las últimas tres décadas, muchos países del África subsahariana han logrado aumentos sustanciales en la movilización de ingresos. Para la economía media del África subsahariana, el ingreso total, excluyendo ayudas, aumentó de alrededor del 14% del PIB a mediados de la década de 1990 a más del 18% en 2016, mientras que el ingreso por impuestos aumentó del 11% al 15%. (…) Dos tercios de los países del África subsahariana tienen ahora tasas de ingresos por encima del 15%, comparados con menos de la mitad en 1995. (…) La región sigue teniendo la menor relación entre ingresos y PIB comparada con otras regiones del mundo. La buena noticia es que hay señales de convergencia. A lo largo de las últimas tres décadas, el aumento en la tasa de ingresos en el África subsahariana ha sido el doble del de todos los mercados emergentes y economías en desarrollo.

Para los burócratas del FMI, la “convergencia” hacia impuestos más altos es una “buena noticia”.

Sin embargo, hay algunos datos en el informe que son buenas noticias de verdad.

En la mayoría de las regiones del mundo en años recientes ha habido una tendencia a reducir los tipos del impuesto de sociedades y de la renta. En los países del África subsahariana la media del tipo máximo de sociedades se ha reducido desde aproximadamente el 44% al 32% desde 2000, mientras que la media del tipo máximo de la renta se ha reducido en más de 5 puntos porcentuales durante el mismo período.
 

He aquí dos gráficos que muestran la disminución en los tipos fiscales, no solo en África, sino en la mayoría de las demás regiones.

Por cierto, a los burócratas del FMI parece sorprenderles que los ingresos aumentaran al bajar los tipos de los impuestos. Supongo que nunca han oído hablar de la curva de Laffer.

A pesar de esta disminución en los tipos, los impuestos directos totales (sociedades y renta) como porcentaje del PIB muestran una tendencia al alza.

Pero el FMI evidentemente no aprende de estas evidencias (o de las evidencias que compartió el año pasado).

En lugar de proponer tipos fiscales más bajos, el informe reclama multitud de aumentos en impuestos.

Las experiencias de éxito en movilización de ingresos se han basado en intentos de implementar impuestos al valor añadido de base amplia, expansión gradual de la base para los impuestos directos (sociedades y renta) y en implantar un sistema para gravar a pequeñas empresas e impuestos especiales sobre unos pocos productos clave.

Vaya. No sé qué es peor, afirmar que los aumentos de impuestos son buenos para el crecimiento o impulsar impuestos más altos en la región más pobre del mundo.

Acabemos contestando a la absurda noción del FMI de que un gobierno mayor sería bueno para África.

Supongo que respuesta más sencilla sería compartir mi serie de videos acerca de la economía del gasto público, especialmente porque cito multitud de investigación académica.

Pero sigamos una aproximación todavía más sencilla. En el informe del FMI se quejan de que los gobiernos en el África subsahariana no tienen suficiente dinero para gastar.

La buena noticia, que ilustra este gráfico (basado en datos de la burocrática base de datos World Economic Outlook), es que el FMI tiene razón acerca de las cargas fiscales.

La mala noticia es que el FMI quiere que creamos que una baja carga fiscal es algo malo. Los burócratas en el FMI (y en otras burocracias internacionales) en realidad quieren que la gente crea que un gobierno más grande significa más prosperidad. Por eso el informe reclama grandes subidas de impuestos.

Pero no os sorprenderá saber que el FMI no proporciona ninguna evidencia para esta extraña afirmación.

Sin embargo, algunas personas de izquierda me dicen a veces que un gobierno más grande debe ser bueno para el crecimiento porque las naciones ricas en Occidente tienen gobiernos más grandes, mientras que las naciones pobres en África tienen gobiernos comparativamente pequeños.

Si queréis ir a los detalles de la teoría de las finanzas públicas, los burócratas del FMI están malinterpretando la ley de Wagner.

Pero no hay necesidad de acudir a la teoría. Cuando alguien me dice esto, le reto a identificar una nación pobre que se haya convertido en rica con un gobierno grande.

Por supuesto, es verdad que hay naciones ricas que tienen gobiernos grandes, pero todos esos países se hicieron ricos en el siglo XIX, cuando los gobiernos eran muy pequeños y los programas sociales públicos básicamente no existían.

Así que tomemos el gráfico anterior, que supuestamente mostraba demasiado poco gasto en el África subsahariana y añadamos otra columna (en rojo) mostrando el nivel de gasto público en Norteamérica y Europa Occidental en el siglo XIX.

La moraleja obvia es que las naciones africanas deberían rebajar impuestos y reducir el gasto. Exactamente lo contrario de lo que recomienda el FMI.

En otras palabras, el programa del FMI de gobiernos más grandes e impuestos más altos es una receta para que continúe la pobreza.

Pero tened en cuenta que la política fiscal es solo una pieza del rompecabezas. Como se explica en Economic Freedom of the World, la prosperidad de una nación también se ve afectada por la política regulatoria, la política comercial, la política monetaria y la calidad de la gobernanza.

Y las naciones en el África subsahariana generalmente son todavía peores en estas áreas que en política fiscal. Así que, aunque estos países deberían reducir sus cargas fiscales, probablemente sea todavía más importante que traten otros errores políticos.

Para acabar con una nota optimista, he aquí un video de Reason acerca de cómo los mercados libres pueden ayudar a traer prosperidad a África.

También recomiendo este video del Center for Freedom and Prosperity, ya que contesta muy bien al argumento de que impuestos más altos y gobiernos más grandes son una receta para la prosperidad.

Y este video cerca de Botsuana es un buen caso de estudio de cómo las naciones africanas pueden disfrutar de más prosperidad con una política orientada al mercado.

Publicado originalmente en  International Liberty.

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