La huelga de la UAW contra los fabricantes de automóviles de EEUU perjudicará a largo plazo a la industria automovilística nacional. Por desgracia, los sindicatos y sus defensores no aprenderán nada de esta debacle.
Los trabajadores automotrices están enfadados por su situación laboral y están en huelga para reclamar salarios más altos y una semana laboral más corta. Su enfado está mal dirigido.
A medida que la deuda nacional se dispara y el gobierno federal aumenta el endeudamiento y el gasto, los costes de los préstamos también aumentan. Los americanos de a pie sufrirán los efectos a su debido tiempo.
Gracias al intervencionismo gubernamental y a la regulación, la otrora prometedora economía gig se está hundiendo. Es hora de dejar que los empresarios sean empresarios.
El impulso intervencionista consiste en alienar, dividir, vilipendiar, bombardear, matar y sembrar sin cesar la discordia internacional. Sin embargo, son los defensores de la paz y el comercio, nos dicen, los «aislacionistas».
Ha pasado otro Día del Trabajo con la misma retórica pro-sindical dominando los medios de comunicación y la política. Sin embargo, estar a favor de los sindicatos no es lo mismo que estar a favor de los trabajadores, sobre todo teniendo en cuenta que los sindicatos suelen ser las entidades más...
En el reciente asesinato de un anciano de Utah a manos de agentes federales, el gobierno demuestra que será más duro con quienes no supongan una amenaza real.