Los activistas sociales consideran ahora el salario mínimo como otro programa de asistencia que puede reducir los costes de programas como Medicaid y los cupones de alimentos, y puede reducir la desigualdad. Pero el salario mínimo está muy mal orientado para estos fines.
Ahora oímos muchos llamamientos para que se aplique una mayor legislación antimonopolio a las grandes tecnológicas porque estas empresas son supuestamente monopolios. Pero la ley antimonopolio a la antigua fue un desastre, como lo serán los nuevos esfuerzos contra las empresas tecnológicas.
Los economistas de la corriente dominante afirman que China necesita más consumo y un mayor Estado de bienestar. Piensan que la alta tasa de ahorro de China es algo malo. Estos economistas se equivocan.
Una América dividida sigue siendo una América rica, y una América posterior a la secesión sería lo suficientemente rica como para mantener un ejército defensivo. Además, es incluso más barato mantener un arsenal nuclear eficaz que mantener un gran ejército convencional.
«No estoy en contra de los billetes de banco como tales... Quiero dar a todo el mundo el derecho a emitir sus propios billetes. El problema sería entonces conseguir que los demás acepten esos billetes privados; quizá nadie los acepte».
Los tipos negativos son una enorme transferencia de la riqueza de los ahorradores y de los salarios reales al gobierno y a los endeudados. Un impuesto a la prudencia. La destrucción de la percepción del riesgo que siempre beneficia a los más temerarios.
Independientemente de los conocimientos que tengamos y de las diversas ideas tecnológicas, sin una reserva creciente de ahorro real, no va a surgir la expansión del crecimiento económico.