La senadora Elizabeth Warren vuelve a la carga: exige la intervención del gobierno en el sistema sanitario del país para solucionar los problemas causados por la anterior intervención gubernamental.
Las élites políticas, que suelen beneficiarse de la asistencia privada, siempre pregonan los sistemas médicos gubernamentales. Ya es hora de que todos los demás tengan acceso al mismo sistema.
A los americanos se les dice constantemente que los europeos tienen una asistencia médica maravillosa proporcionada por sus gobiernos. En realidad, la asistencia privada está ganando terreno porque ofrece mejor atención y un mejor trato.
El ganador del Premio Nobel Angus Deaton afirma que el libre mercado no puede proporcionar una atención médica adecuada. Por supuesto, a continuación describe el fracaso del gobierno, pero lo llama libre mercado.
Cuando las restricciones covid eran más estrictas, muchas personas morían solas en las UCI, ya que se mantenía alejados a amigos y familiares en nombre de la «salud pública». Una valoración más acertada de esta política es calificarla de barbarie.
La celebración del setenta y cinco aniversario del Servicio Nacional de Salud británico enmascaró los verdaderos fallos de este sistema, que sólo puede empeorar con el tiempo.
Murray Rothbard fue un economista de élite, historiador y enemigo declarado del Estado. Su legado perdura casi tres décadas después de su prematuro fallecimiento.
Dos «distinguidos» analistas de sanidad han examinado el sistema médico de los EUA y concluyen que el VERDADERO problema son... los grandes hospitales. Dale Steinreich aplica el análisis económico a sus afirmaciones.
Los progresistas se apresuran a culpar de la escalada de los costes sanitarios a los mercados libres, pero son las normas y políticas gubernamentales las responsables.