Entre el cansancio de la guerra y la incapacidad del gobierno de EEUU para pagar las facturas de la guerra, la realidad va a salir a la luz aunque a Washington no le guste.
Aunque Israel recibe elogios por ser una «democracia» en un Oriente Medio no democrático, sus políticas de vigilancia son un reflejo de las de China, que decididamente no lo es.
Los países han cambiado, pero la historia sigue siendo la misma. Los países más ricos intentan «invertir» prestando dinero a los regímenes africanos, donde el dinero desaparece. Esta vez, China es el gran prestamista.